No soy de las que les gusta enfocarse en las cosas negativas, pero hasta hace muy poco estaba sin empleo (tal vez lo mencioné en alguna oportunidad antes). 

Este fin de semana empecé un nuevo trabajo, sin embargo, lo que más me emociona de esto no es el hecho de tener un empleo. Es el hecho de que es un trabajo con el que solo había soñado y creí que nunca tendría por no tener ninguna experiencia ni estudios en esa rama. 

A partir de abril seré tutora de inglés los fines de semana en una academia de idiomas. 

Actualmente, estoy en una capacitación donde me están enseñando cómo transmitir mis conocimientos del idioma a personas que no saben hablar nada. Es un verdadero reto, no obstante, estoy disfrutando cada momento de ello.

El trabajo tiene un salario decente y solo trabajaré dos días a la semana, por lo que podré seguir dedicándome a traducir y escribir entre semana. No podría ser más perfecto, además, existe la posibilidad de empezar a enseñar medio tiempo en el futuro. 

Estoy muy feliz con este nuevo empleo porque enseñar siempre ha sido una pasión. Estaba tan feliz, que quería contarte. 

Hoy es momento de celebración, así que, ¡gracias por estar conmigo en las buenas y en las malas!