Hace precisamente un mes, una desgracia ocurrió en mi familia, falleció un miembro muy querido de forma completamente inesperada. Su partida ha sido tan grande que solo escribir estas palabras me desgarran el alma. No puedo entrar en detalles, porque aún es muy reciente y doloroso.

Estoy intentando regresar a mi rutina, aunque es muy duro. He decidido regresar a escribir, porque esa persona era una de las pocas que siempre me animó a hacerlo. Honestamente, no sé todavía cómo sobrellevar su pérdida, y no sé si algo así se pueda.

Desafortunadamente, las redes sociales han ayudado a que su pérdida sea más traumática (no puedo entrar en detalles, se lo conté a una sola persona y fue tan doloroso revivirlo que pensar en volver a hacerlo me causa demasiado dolor). Así que estoy limitando su uso al mínimo. Creé otro perfil temporal, solo para manejar las fanpages y varias personas me han mandado invitación, disculpen que no las acepte, pero no... simplemente no puedo estar en redes sociales ahora. Es más, ni siquiera estoy revisando mi email.

Si gustan comunicarse conmigo, pueden hacerlo mediante el blog, porque cualquier comentario que dejen en redes sociales es 100% probable que no lo lea.

Les agradezco por su paciencia y les comento que hoy estoy regresando a trabajar tanto en mis traducciones como en mis escritos. Les iré contando sobre los avances de mi trabajo por este medio.

¿Les puedo pedir un último favor? Sé que muchas personas son muy bien intencionadas y me tienen mucho aprecio, sin embargo, no me dejen comentarios de pésame, porque de verdad son demasiado dolorosos ahora. Si quieren dejarme unas palabras que sean palabras de aliento para salir adelante después de tanta tristeza.

Muchas gracias y nos estaremos hablando más seguido.